Hace poco, mi esposa y yo cumplimos un sueño compartido: visitar Disney World. Ella anhelaba ver las atracciones de Harry Potter en Universal, y yo… bueno, quería vivir toda la experiencia Disney. Decidimos alojarnos en uno de los hoteles de Disney para la «experiencia completa». Pero, ¿saben qué? A veces la realidad no es tan mágica como esperamos, y eso me llevó a reflexionar sobre el servicio al cliente y cómo esto se aplica a nuestro mundo de startups y emprendimiento.
Cuando la magia se desvanece
Llegamos al hotel con grandes expectativas. ¿Quién no las tendría en el «lugar más mágico del mundo»? Pero desde el check-in, las cosas no fueron como esperaba.
- La actitud lo es todo: Hice muchas preguntas (sí, soy ese tipo de cliente), pero en lugar de respuestas amables, recibí un tono pasivo-agresivo. Me hicieron sentir tonto por preguntar cosas «obvias». Lección para emprendedores: No hay preguntas tontas. Cada pregunta es una oportunidad para educar y fidelizar a tu cliente.
- Los problemas técnicos pasan, la actitud no debería: El sistema falló tres veces al registrar mi tarjeta. Frustrante, ¿verdad? Pero lo peor fue ver a la supervisora regañando al recepcionista en vez de ayudar. Lección: Los problemas técnicos ocurren, pero tu equipo debe estar preparado para manejarlos con gracia y trabajo en equipo.
- No asumas que tu cliente lo sabe todo: Resulta que había un evento especial de Halloween esa semana. ¿Cómo iba yo a saberlo? Nuevamente, risas burlonas cuando pregunté si podíamos participar. Sorpresa: ¡sí había cupos! Lección: Nunca asumas que tu cliente conoce todos los detalles de tu negocio. Cada pregunta es una oportunidad de venta.
- La empatía marca la diferencia: Pregunté por una barbería (la barba me crece rápido y ya estaba indecente). Otra risa burlona y un «obvio que necesitas reservar con meses de anticipación». Lección: Ponte en los zapatos de tu cliente. Lo que es obvio para ti, puede no serlo para ellos.
El poder de un servicio excepcional
Justo cuando pensaba que la magia de Disney se había desvanecido completamente, ocurrió algo extraordinario. Llegamos al parque para descubrir que nos habían vendido tickets para tres semanas después, no para ese día. Mi corazón se hundió. Después de tantas interacciones frustrantes, la idea de enfrentar otro problema me agotaba.
Pero entonces conocimos a Jordan.
Este joven no solo resolvió nuestro problema, sino que transformó completamente nuestra experiencia:
- Escuchó y entendió: Jordan analizó la situación sin juzgar ni hacer comentarios sarcásticos.
- Resolvió el problema: Nos ayudó a entrar al parque el día que correspondía.
- Fue más allá: Nos dio tickets de entrada rápida de cortesía para otro día.
- Atención al detalle: Descubrió que nos habían cobrado de más y nos devolvió la diferencia con una gift card.
- Cambió nuestra percepción: De pensar «nunca más vuelvo a Disney» pasamos a considerar regresar en el futuro.
La atención de Jordan fue tan extraordinaria que me tomé el tiempo de escribir una reseña positiva en la aplicación de Disney. ¿Cuándo fue la última vez que te tomaste el tiempo para elogiar a un empleado por su servicio?
Reflexiones ampliadas para emprendedores
- Un empleado puede cambiar todo: Jordan no solo salvó nuestra experiencia, sino que nos convirtió de clientes frustrados a promotores de la marca.
- La consistencia es clave: Si bien Jordan fue excepcional, la experiencia general fue inconsistente. Como emprendedores, debemos asegurarnos de que cada interacción con el cliente sea positiva.
- El poder del servicio de recuperación: Cuando las cosas van mal (y a veces irán mal), la forma en que manejas la situación puede convertir un desastre en una oportunidad.
- Empodera a tu equipo: Jordan tenía la autoridad para tomar decisiones que resolvieran nuestro problema y mejoraran nuestra experiencia. Dale a tu equipo las herramientas y la confianza para hacer lo correcto por el cliente.
- El valor de la empatía: La diferencia entre Jordan y los otros empleados no era el conocimiento, sino la actitud. La empatía y el deseo genuino de ayudar pueden compensar muchos otros problemas.
- Mide lo que importa: Disney tiene un sistema para recoger feedback específico sobre sus empleados. ¿Estás midiendo las cosas correctas en tu startup?
Al final, nuestra experiencia en Disney fue una montaña rusa de emociones, muy parecida a la vida de un emprendedor. Tuvimos momentos frustrantes y decepcionantes, pero también momentos de magia genuina. Y fue esa magia, encarnada en el servicio excepcional de Jordan, lo que quedó grabado en nuestra memoria.
Como emprendedores, tenemos el poder de crear esos momentos mágicos para nuestros clientes cada día. No se trata solo de tener un gran producto o de resolver problemas, sino de cómo hacemos sentir a las personas en cada interacción.
La última palabra: El servicio al cliente como diferenciador clave
Después de esta experiencia, quedé más convencido que nunca: el servicio al cliente es sumamente importante. Es la razón por la que uno puede dejar una marca o, por el contrario, estar dispuesto a pagar más por trabajar con otra. Ya sea que tu negocio trate con personas o con empresas, nunca olvides que al otro lado hay un ser humano que está esperando un buen servicio, o que simplemente necesita ayuda cuando las cosas no salen bien.
En el mundo competitivo de hoy, donde los productos y servicios pueden ser fácilmente replicados, el servicio al cliente se convierte en tu verdadero diferenciador. No es solo una parte de tu negocio; es el corazón de tu negocio. Es lo que puede transformar a un cliente ocasional en un defensor de por vida de tu marca.
Como emprendedores, tenemos la oportunidad de establecer desde el principio una cultura de servicio excepcional. No se trata solo de resolver problemas, sino de crear experiencias memorables. Recuerda, cada interacción es una oportunidad para demostrar tus valores, reforzar tu marca y, lo más importante, hacer que alguien se sienta valorado y escuchado.
Así que te pregunto: ¿Cómo estás cultivando una cultura de servicio al cliente excepcional en tu startup? ¿Estás tratando cada interacción como una oportunidad para crear un «momento Jordan»? La magia de tu negocio podría estar justo ahí, en cómo tratas a cada persona que cruza tu camino.
¿Y tú? ¿Has tenido un «momento Jordan» que haya cambiado tu percepción de una marca? ¿Cómo estás creando esos momentos para tus clientes en tu startup? Compártelo en los comentarios.
Hasta la próxima, y recuerden: la verdadera magia está en cómo tratamos a los demás, y en cómo respondemos cuando las cosas no salen según lo planeado.
Gran análisis y conclusiones. Me hace recordar mis clases de marketing donde a las clásicas 4 P (precio, plaza, producto y promoción) se le agregan 2 P más cuando es un servicio: Personal y Proceso. Es divertido que la «woke» empresa Disney haya tenido tan poca empatía, sobre todo si eras una minoría o «Latinoamericanou».
Como todo proyecto, es necesaria la planificación, ejecución y control, pero creo que la mayoría falla en el control, lo que en política estaría a cargo de la Contraloría General de la República, o en el sistema Judicial y el Congreso a cargo de… en realidad a ellos no los controla nadie ¡Como a Disney!, ja, ja, ja. Gracias Cristian y gracias Jordan.
Creo que en general estamos tan acostumbrados a que el servicio al cliente es malo, que esto me llama mucho la atención. En un mundo ideal esta sería la normalidad.