Creo que esta es una de las preguntas más recurrentes que recibo, tanto para una emprendedores de Startups que está buscando inversión, un Emprendimiento o Pyme que quiere crecer, o un inversionista buscando diversificarse. Hay muchas definiciones dando vueltas, la que aparece en este artículo es una mezcla entre literatura y experiencia como emprendedor e inversionista, por lo que está más cerca de ser una opinión que una definición tradicional. Por favor leer el artículo tomando en consideración esto, y recuerda siempre leer más de una fuente para hacerte una opinión propia.
Para un emprendedor, poner en marcha un negocio es una de las tareas más difíciles. Tiene que pensar en todo, desde cuál es el problema que está solucionando, cómo va a fabricar su producto y venderlo para obtener beneficios, hasta encontrar a las personas adecuadas que vayan a tener fe en su idea y le ayuden a llevarla al siguiente nivel. Muchos emprendedores fracasan porque algunos aspectos de la puesta en marcha de un negocio no se entienden del todo o no se toman lo suficientemente en serio. Sin embargo, si se abordan las empresas de nueva creación con una perspectiva positiva y se entiende lo que implican, las probabilidades de éxito son mucho mayores que las de fracaso. Además, el entender la diferencia entre que es una Startup y su diferencia con un Emprendimiento Tradicional ayuda desde el comienzo a un emprendedor a enfocarse en distintos tipos de objetivos.
¿Qué es una Startup?
Una Startup, o como se les conoce empresas emergentes, es una empresa que realiza un nuevo tipo de producto o servicio, genera un nuevo modelo de negocio, o redefine uno ya existente, generando un crecimiento acelerado en facturación y adquisición de clientes.
Los fundadores de una Startup poseen una mentalidad diferente, pensando en un Exit de la empresa – cuando esta se vende de manera parcial o completa-, más que la repartición de dividendos, por lo que pueden sacrificar sueldo actual por el beneficio futuro al mantener un mayor nivel de participación.
Estas empresas en general poseen un componente tecnológico fuerte, en dónde tecnología puede ser mucho más que una plataforma electrónica. Este componente tecnológico ayuda a que la empresa llegue a un crecimiento acelerado, pero la realidad no es un requisito obligatorio y depende mucho del tipo de negocio, el tipo de modelo de negocio, y el público objetivo al cual se están enfocando.
Normalmente, se considera un esfuerzo de alto riesgo tanto para el equipo fundador como para los inversionistas debido a que la idea es nueva y hay muchas variables que considerar. Por el contrario, una empresa tradicional lleva un tiempo funcionando, tiene el foco en la rentabilidad a largo plazo, y ya ha establecido procesos como la contabilidad, la fabricación, el marketing, etc. Esto facilita las cosas porque ya saben lo que están haciendo y cómo quieren hacer las cosas.
Las empresas tradicionales suelen tener un presupuesto establecido que tiene en cuenta todos los costes asociados a sus operaciones. Una Startup no siempre tiene este lujo. Tampoco tienen un producto o servicio inicial que vender; deben averiguar cómo ganar dinero con su idea antes de llevarla al mercado, por ello la importancia de generar un producto mínimo viable para poder alcanzar un Product Market Fit.
Una startup es mucho más difícil porque el emprendedor tiene que asumir muchos roles distintos al mismo tiempo; encontrar inversores, construir el producto y comercializar la idea para que los clientes la compren, generar ingresos con este producto/servicio sin tener aún productos o servicios listos para la venta, etc. Es importante considerar el ecosistema en que la Startup se crea tiene muchos actores relevantes con los cuales tendrá que interactuar el equipo fundador.
Diferencia entre una Startup y un Emprendimiento Tradicional
Una empresa tradicional es una corporación que existe desde el siglo XIX. La empresa, que comenzó como un pequeño negocio, tendrá sus propios productos y servicios y será dirigida por una persona o un pequeño grupo de personas.
Una Startup se diferencia de una empresa tradicional en dos aspectos principalmente: En primer lugar, es un concepto más reciente que se creó con el auge de la tecnología y el espíritu empresarial. Esto significa que muchas Startups son las primeras en su área de especialización. Algunos ejemplos comunes son Uber, Snapchat, Airbnb e Instagram. En segundo lugar, una startup es una nueva idea de negocio y a menudo necesita recaudar dinero para que tenga éxito. Sin esta financiación, la empresa puede no tener suficiente dinero para sobrevivir o crecer a la velocidad que necesita para salir adelante (Ver: Es necesario Levantar Capital). Esto también significa que si empiezas tu propio negocio como emprendedor, necesitas encontrar inversores que tengan fe en tu idea y te acepten como inversor ellos mismos en algún momento o, de lo contrario, vas a tener que crear rápidamente tu producto antes de que lo hagan tus competidores, lo que puede ser difícil sin una planificación adecuada.
Una de las razones por las que Silicon Valley ha tenido tanto éxito es porque ha sido capaz de proporcionar la mezcla perfecta de ideas tanto de emprendedores como de inversores de capital riesgo (VC). Estas dos áreas son fundamentales para el éxito de cualquier Startup: ambas proporcionan financiación para las nuevas ideas y facilitan el despegue de las Startups con suficiente capital para mantenerlas en funcionamiento mientras desarrollan su producto o servicio hasta que estén preparadas para lanzarlo oficialmente a nivel internacional.
¿Por qué la gente decide crear una Startup?
Hay muchas razones por las que la gente decide crear una startup desde cero.
Algunas personas crean emprendimientos y Startups porque tienen una gran idea y quieren que otros la disfruten, o simplemente disfrutan del desafío. Para otras personas, la creación de una startup es su plan B o de contingencia para su propia supervivencia. Este último lo vimos bastante durante el periodo de pandemia a nivel mundial. Finalmente, también tenemos al emprendedor oportunista, aquel al cual se le dieron las circunstancias para crear un nuevo negocio y vender un producto.
Los emprendedores trabajan para resolver un problema que podría ser importante en la sociedad, o para un segmento de mercado específico como para otras empresas. Por ello deben asumir riesgos que podrían no ser tan atractivos para alguien que está más interesado en ganar dinero de manera inmediata.
La diferencia entre estos dos tipos de emprendedores se aprecia cuando se observa quién está dispuesto a poner la financiación inicial del proyecto. Si alguien tiene fe en tu idea desde el principio y le apasiona llevarla a cabo, no habrá ningún problema para que se sumen a ella desde el principio de este proceso, ya sea como parte del equipo fundador o como inversionista.
¿Cómo diferenciar una Startup de un Emprendimiento Tradicional?
Para poner en marcha una Startup, un emprendedor debe mirar hacia adelante. El propósito de una Startup es probar una idea en un mercado pequeño y hacerla escalable. Normalmente, el proceso dura seis meses, incluyendo una prueba de concepto, y las posibilidades de éxito son solamente del 15%. Sin embargo, una empresa tradicional no tiene el mismo nivel de flexibilidad e intenta establecerse lo antes posible. Aunque el proceso de creación de una empresa tradicional puede durar hasta cinco años, esa empresa tiene más recursos a su disposición, por lo que podría evitar muchos de los problemas a los que se enfrentan los emprendedores.
Es importante recalcar lo que se comentó anteriormente, los focos pueden ser distintos. La Startup quiere ganar dinero por un evento de liquidez como un Exit o una salida a la bolsa, mientras que el emprendimiento tradicional puede hacerlo a través de sueldos y repartición de utilidades, por lo que las mentalidades de los fundadores e inversionistas suele ser distinta.
Un inversionista, como un Venture Capital, que quiere retornar grandes múltiplos sobre su dinero en un periodo relativamente corto de tiempo, invierte en una Startup, y no en un Emprendimiento Tradicional.
Conclusión
Existe la idea errónea de que las Startups se diseñan con la intención de ganar miles de millones de dólares, pero no es así. Una Startup suele ser una pequeña empresa que intenta ganar tracción de manera acelerada y convertirse en una compañía más grande mientras tiene un equipo obsesionado con solucionar un problema específico.
Esto suele requerir mucha experimentación y cambios en el proceso para asegurarse de que lo que están haciendo funciona antes de arriesgar grandes inversiones. Espero que este blog te haya ayudado a entender este tema y no dudes en ponerte en contacto si tienes alguna pregunta.
Si quieres adentrarte más en el mundo de las Startups, su ecosistema, y la inversión en ellas, te invito a escuchar mi pódcast, y leer mi libro sobre este tema.
Muy buen artículo, claro y preciso.
Gracias!